Aprender a compartir espacios: La clave para una convivencia armónica en tu nuevo apartamento
Cuándo te mudas a un nuevo apartamento en un edificio, una de las cosas más importantes que debes tener en cuenta es cómo compartirás los espacios comunes con tus vecinos. Esta convivencia requiere respeto, comunicación y la disposición de aprender a compartir de manera armoniosa.
Esto te podrá recordar a esos tiempos en tu niñez en que, para usar la única televisión de tu hogar, tenías que hacer turnos con tus hermanos, y que tu mamá siempre hacía trampa para quedarse con una hora no negociable en que transmitían su novela. O te acordarás cuando quedaba la última barra de chocolate para el postre y tenías que partirla de manera equitativa.
Esas anécdotas ahora son divertidas, aunque en su momento pudieron haber generado tensión. Pero si las sopesas contra tus recuerdos generales de la niñez, seguramente hubo mucho más juegos, risas y aventuras con las personas con que conviviste durante esa época y que disfrutaste al máximo que ni se llegan a comparar con estas reglas.
Esos momentos te estaban preparando para la vida en una comunidad más grande, una sociedad en que compartes intereses con tus vecinos, como el más básico: vivir pacíficamente en Zona 14. A continuación, te damos algunos consejos para ayudarte a recordar lo bonito de compartir espacios y aprender a disfrutar tu nuevo apartamento mediante una convivencia positiva en tu comunidad.
«Aprender a compartir espacios en un edificio es esencial para lograr una convivencia armoniosa.»
Respeta los espacios comunes
El vestíbulo, los elevadores, las salas de estar, las terrazas y las otras amenidades con las que cuenta tu edificio fueron creados para el uso de toda persona residente y sus visitas. Tanto tú como quienes usen tu apartamento y sus amenidades colectivas, son responsables de darles un uso correcto y de mantenerlas limpias y en buen estado.
Mantén los espacios limpios y ordenados. No dejes basura u objetos personales en áreas comunes.
No bloquees los pasillos o las puertas con muebles u otras pertenencias. La seguridad ante emergencias se construye entre todos.
No hagas ruido excesivo en áreas comunes, especialmente en horarios nocturnos.
Recuerda que siempre puedes apoyarte en las personas de la administración de tu edificio cuando veas un comportamiento perjudicial para tu comunidad.
«Respetar los espacios comunes, ser considerado con el uso de las áreas de recreación, comunicarse efectivamente y ser consciente del ruido son acciones clave para fomentar una convivencia positiva con tus vecinos.»
Sé considerado con el uso de las áreas de recreación
Muchos edificios cuentan con áreas de amenidades, como piscinas, gimnasios o salones de juegos. Para disfrutar plenamente de estos espacios y mantener una convivencia armoniosa, considera lo siguiente:
Cumple con las reglas y horarios establecidos para el uso de estas áreas.
Respeta el límite de ocupación establecido para cada área, así tendrás espacio suficiente para hacer tus actividades.
Asegúrate de dejarlo en las mismas condiciones en las que lo encontraste.
Consulta el manual del vecino y las normas del edificio. Si tienes dudas y no hay una persona de administración cerca, haz lo que te dicte tu sentido común y evita lo que no te gustaría que te hicieran a ti. Recuerda siempre mantener una actitud respetuosa.
Comunícate de manera efectiva
La comunicación es fundamental para una convivencia saludable en un edificio. No solo te servirá para evitar inconvenientes, sino también para resolver cualquier conflicto que pueda surgir con tus vecinos y sus visitas. En general, considera lo siguiente para comunicarte de manera asertiva:
Escucha activamente y presta atención a lo que tus vecinos están diciendo, demuéstrales interés, evita interrumpirlos y muestra empatía hacia sus preocupaciones. Así estableces una base sólida para la comunicación.
Exprésate clara y directamente sin ser agresivo ni pasivo. Di lo que piensas, pero con un tono de voz tranquilo y respetuoso. Evita el lenguaje ofensivo o sarcástico y sé específico sobre el tema que deseas abordar.
Busca el momento adecuado para abordar el problema sin distracciones. Si la situación es urgente, comunícate de inmediato, pero no confrontes.
Intenta ponerte en el lugar del otro y comprender su perspectiva. Así tendrás un enfoque más comprensivo y colaborativo.
Busca soluciones que beneficien a ambas partes. Trabaja en conjunto con tus vecinos para encontrar un terreno común y resolver los problemas de manera colaborativa.
Usa canales de comunicación adecuados como conversaciones en persona, mensajes de texto o correo electrónico. Considera la naturaleza del problema y la importancia de la comunicación al elegir el medio más efectivo.
Saluda a tus vecinos y sé amigable. Un simple saludo puede abrir las puertas a futuras interacciones positivas.
Participa en las reuniones de la comunidad del edificio y contribuye con ideas para mejorar la convivencia.
Sé consciente del ruido
El ruido excesivo puede ocasionar malestar a tus vecinos. Hay personas que creen que sus vecinos de un piso arriba usan tacones todo el tiempo, o que los de al lado se mudan constantemente. Aquí tienes algunos consejos para reducir el ruido y mantener una convivencia tranquila:
Regula tus actividades en casa, especialmente por la noche que es cuando la mayoría de las personas descansan.
Utiliza alfombras o materiales de absorción de sonido para reducir la transmisión de ruido a los apartamentos vecinos.
Si vas a organizar una reunión, reserva un espacio común del edificio destinado a estos eventos.
Resumen:
Aprender a compartir espacios en un edificio es esencial para lograr una convivencia armoniosa. Respetar los espacios comunes, ser considerado con el uso de las áreas de recreación, comunicarse efectivamente y ser consciente del ruido son acciones clave para fomentar una convivencia positiva con tus vecinos.
Recuerda motivarte a seguir las normas establecidas y ser considerado con los demás. Te convertirás en un agente de cambio para disfrutar plena y continuamente de tu nuevo hogar.